Creatividad al poder

Los autobuses han sido siempre un buen modo de otorgar movimiento a la publicidad. Son, sin duda, una forma infalible para que las campañas publicitarias se paseen por las diferentes ciudades sin parar, de forma continua, lo que garantiza una enorme visibilidad. Tu anuncio se pasa el día viajando por todas las calles y se detiene en cada parada o semáforo facilitando el ser visto por todos.

En este caso la rueda se ha convertido en el objetivo de una cámara fotográfica.

Además se aprovechan las características físicas del soporte con el fin de dar rienda suelta a la creatividad. La  publicidad exterior va un paso más allá de las marquesinas o de las vallas publicitarias. Ahora una rueda o la puerta de un autobús pueden llegar a significar todo lo que nuestra imaginación quiera.

Las ruedas han pasado a ser las pupilas.

Ya sabeis «Sin Smint no hay beso»

La publicidad exterior comenzó siendo algo muy estático, solamente en las vallas publicitarias, hasta que la creatividad las ha invadido por completo. Son espacios amplios y con gran visibilidad, ya que están en sitios altos, o en movimiento, o se encuentran en lugares altamente frecuentados. Es la oportunidad que no se puede dejar escapar, el tener tu anuncio permanentemente en la calle lo que eleva el número de impactos por persona y día.

En este paso de peatones, Mister Proper ha sido capaz de dejar impecable una de las rayas blancas por donde pasan cientos de coches.

Queramos o no, estamos rodeados de comunicación desde que nos levantamos, nuestra vida sin ella no tendría ningún sentido, desde nuestras palabras o gestos, hasta las imágenes o sonidos que llegan hacia nosotros. Tanto la información, como la publicidad son formas distintas de comunicar y de transmitir ideas o conocimientos. En estos momentos, acrecentado por las nuevas tecnologías que invaden la sociedad en la que vivimos tenemos la necesidad de comunicarnos y de que nos comuniquen.

Probablemente cuando se está frente al televisor se siente más rechazo hacia la publicidad, ya que se piensa que nos quieren vender algo que no necesitamos (aunque en realidad todavía no seamos conscientes de ello). Sin embargo, en un entorno abierto como es la calle las cosas se ven de modo distinto, no existe esa predisposición al rechazo.

Cualquier sitio es apto si la idea es buena y original, como estas escaleras mecánicas que funcionan con pilas.

Esto se resume nuevamente en algo a lo que hace mucho tiempo que no se hace referencia en piensaluegocomunica, pero que siempre ha estado presente:

El poder de una buena idea