Sobre ruedas

La publicidad de coches ha cambiado mucho desde hace algún tiempo, probablemente la frase que cambió radicalmente el concepto de campañas de automóviles fue la famosa frase de un anuncio de BMW que decía “¿Te gusta conducir?, esta frase que parece simple, marcó un antes y un después. Si nos fijamos hoy en día lo raro es encontrarte un coche en su propio anuncio, y si lo hace aparece al final (en todos los casos hay excepciones claro).

Cada coche, o mejor dicho cada marca, tiene su propia seña de identidad, unos apuestan por la seguridad, otros por el confort, otros por el diseño, otros en cambio por la velocidad o la comodidad. Esto vuelve a remarcar la idea sobre la que hemos venido dando vueltas en muchas ocasiones: la publicidad vende sentimientos, es decir, ya no importa tanto si el coche te gusta o no, sino si te sientes bien conduciéndolo y si de verdad te gusta conducir tu coche.

Por ello en esta entrada me gustaría destacar las campañas de Audi, en estos dos spots que veréis a continuación no aparece el coche, a Audi ya no le hace falta, quiere venderse a sí mismo, su marca, ya todo el mundo sabe los coches que fabrica, ahora quiere que te sientas identificado y que sepas las sensaciones que producen si conduces uno.

El logotipo de la marca está muy interiorizado por todos y sin que aparezca el coche ya se identifica la marca. En este anuncio juega con el símil de las llaves, algo imprescindible para conducir las cuales van siendo colocadas, cada una con un mensaje diferente, formando el logotipo.

¿Qué es lo que quieres en un coche?

–          Diseño

–          Confort

–          Seguridad

–          Deportividad

 

¿En un coche solo?

Es imprescindible comentar que cada llave lleva el logotipo de una marca de la competencia, juntos forman un coche que lo tiene todo, en este caso, un Audi. La seña de identidad de cada marca, se junta para crear un coche que lo tiene todo. Trata de decirnos que cualquier coche no puede tener todas esas cualidades, pero Audi sí. Además ni siquiera hay una voz en off, solamente una música de fondo.

En este segundo caso, tampoco aparece el coche, sino dos animales, un camello y un guepardo que establecen dos símiles con el coche, el camello por su bajo consumo y el guepardo por su velocidad y potencia ¿Para qué enseñar el coche si lo representas con dos animales que todo el mundo conoce las características que los identifican?

De nuevo el poder de una buena idea, quien iba a poder imaginar que dos animales dándose un beso reflejaría su fusión convirtiéndose en un coche. Esta campaña fue realizada por Tandem DDB.

Estos dos spots demuestran claramente que la publicidad muestra sentimientos.